Ya sube a 85 la cifra de muertos por la explosión del ducto en el estado de Hidalgo, México. La catástrofe ocurrió el viernes pasado mientras cientos de vecinos intentaban robar gasolina, y deja de manifiesto el caos que vive todo el país luego que el flamante presidente Andrés Manuel López Obrador lanzara una ofensiva para combatir el “huachicoleo”; es decir, el robo de combustible, que genera pérdidas de millones de dólares para la industria PEMEX (Petróleos Mexicanos).
Se cree que en este crimen organizado están involucrados empresarios, militares, alcaldes y empleados de Pemex. El robo de hidrocarburos se efectúa de distintas maneras. Una de ellas es a través de tomas clandestinas de ductos, ya sea por medio de una red paralela a los ductos para extraer de manera permanente el combustible o por medio de “tomas calientes,” es decir, perforaciones improvisadas. Otra manera es por medio de la corrupción en los centros de distribución de Pemex, es decir, compran legalmente una pipa cisterna y adquiere dos o tres ilegales con la misma factura. Con este tipo de actividades ilícitas, Pemex registró perdidas por 60.000 millones de pesos, un estimado de 3.000 millones de dólares.
Para ejecutar el plan, la administración de López Obrador ordenó el cierre de cuatro de los trece oleoductos de Petróleos Mexicanos con el propósito de evitar que la banda de “huachicoleros,” extrajera combustible de los ductos. Sin embargo, la interrupción del suministro a través de los ductos subterráneos ha causado que algunos estados del país mexicano estén enfrentando problemas de abastecimiento de combustible afectando principalmente a la capital mexicana, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Puebla, Querétaro y Tamaulipas. Con esta nueva medida, el transporte y distribución de combustible a ciertos lugares del país se hace por carretera utilizando pipas cisternas, lo cual hace más lento el abastecimiento de combustible. Es por eso, que en algunos estados del país las personas están haciendo enormes filas, que en algunos casos duran días, para poder adquirir el tan preciado combustible. O simplemente atacan ductos y se producen catástrofes como la de este viernes.