Una esperanza para la política estadounidense

Bernie Sanders visita California

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Bernie Sanders, candidato presidencial por el partido demócrata, en abrazo fra- ternal durante su última parada de campaña este 23 de marzo en Los Angeles, California. Foto por Mario Tama/Getty Images

El pasado sábado 23 de Marzo el político demócrata Bernie Sanders visitó Grand Park en la ciudad de Los Ángeles. En el lugar se reunieron cerca de 15.000 simpatizantes del candidato para escuchar lo que tenía que decir. Desde su campaña en las elecciones anteriores, en el 2016, Sanders ha contado con el apoyo de mucha gente que ve en él un mejor porvenir para el país. En la asamblea del sábado, Sanders habló de los planes que intenta implementar si es que llega a ser presidente de EE.UU. De entre los muchos temas que tocó durante la congregación destacaron los de inmigración, racismo y salud.

Por el momento, Sanders argumenta que si él llegara a la presidencia en el 2020, impulsaría una reforma migratoria para la legalización de los más de 800.000 jóvenes recipientes del DACA. Los dreamers, como son llamados, tienen aún la esperanza de obtener un estatus legal en este país, sueño que por el momento se ve truncado por la política del actual presidente. Así como intenta pelear por los derechos legales de los dreamers, Sanders también pretende acabar con el odio racial que día a día está más presente en la nación. Y no solo se refirió al odio que existe entre individuos que tienen diferentes tonos de piel, sino también al odio que se da por tener diferentes creencias religiosas y orientaciones sexuales. “Nosotros vamos a tener a nuestra gente unida, blancos, afroamericanos, asiáticos, latinos, hombres y mujeres, gays, heterosexuales e inmigrantes”. El propósito de su campaña, dijo, es el de unir a la gente.

Así pues, mientras hablaba sobre temas respecto a la inmigración y las deportaciones, dijo que su gobierno no permitiría la separación de familias, cosa muy común en la administración Trump. Refiriéndose al tema de salud, Sanders mostró su indignación diciendo que su gobierno no aceptará que existan más de 30 millones de estadounidenses sin seguro médico y que abogará para que haya Medicare para todos. “Juntos haremos de Estados Unidos el líder mundial en la lucha por la democracia y los derechos humanos”, aseguró el político durante su discurso.