En días recientes salió a la luz un aparato móvil para hacer estudios y dar terapia física a pacientes con problemas neurológicos. El maestro investigador Carlos Angulo Álvarez, de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) creó un dispositivo inalámbrico para hacer estudios cerebrales o neuroterapia a pacientes que han sufrido parálisis, hemorragias cerebrales y embolias.
El profesor mexicano, Angulo Álvarez, del Departamento de Procesos y Técnicas de Realización de la UAM, diseñó una técnica de interface craneoencefálica para estudios y rehabilitación neuronal, con el propósito de reducir las secuelas de manera considerable y a un costo accesible para los pacientes que han sido víctimas de parálisis cerebral.
Las técnicas que hasta ahora se han empleado para tratar a los pacientes con lesiones neuronales, ayudan en la rehabilitación física. Los tratamientos se hacen con estudios encefálicos y terapias con procedimientos que se basan en el uso de interfaces o medios alámbricos conectados a sistemas que funcionan para procesar información a través de corrientes eléctricas cerebrales. Estos aparatos con los que se realizan los análisis son de alto costo, lo cual hace que la tecnología sea inaccesible para muchos de los pacientes.
Por su parte, el investigador pretende aportar a la neurociencia un prototipo viable con el que se practique una terapia que logre la reeducación neuronal posterior a un suceso vascular cerebral, y consiga mejorar un trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
Con este instrumento, los pacientes podrán realizar las terapias desde sus hogares con dispositivos móviles mediante aplicaciones disponibles que más tarde se envíen al neurólogo para su monitoreo a través de cada examen cerebral. El dispositivo se considera de vital importancia en muchos sectores sociales de México, desde los hogares hasta los centros de educación e investigación.
Entre los objetivos de este desarrollo se pretende reducir los costos del artefacto según la demanda. También se busca el uso de tecnología asequible y de recursos indispensables, además de generar un beneficio social dirigido a pacientes que sobreviven a este tipo de problemas de salud.