Cal State LA participa en descubrimento histórico

Nuevos misterios se abren en torno a una cueva en Chichén Itzá.

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Antropólogo Guillermo de Anda en la Cueva de Balamkú. Foto por Karen Ortega (INHA)

El arqueólogo Guillermo de Anda, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México, a través de un comunicado anunció la semana pasada el gran hallazgo de un santuario que contenía artefactos mayas que se preservaban por debajo del la pirámide de Chichén Itzá, en la península de Yucatán. Guillermo de Anda es el Director del proyecto de investigación del Gran Acuífero Maya (GAM) que consistía en llegar a las entrañas de Chichén Itzá, en busca de un cenote bajo la pirámide, pero en su lugar hallaron una cueva.

En entrevista con Aristegui Noticias, Guillermo de Anda dijo que habían descubierto cientos de objetos y ofrendas que son importantes para comprender la historia de la pirámide de Chichén Itzá. Mencionó que es clasificado como: “hallazgo de cueva del clásico tardío del Mundo Maya, y que podría reescribir la historia de Chichén Itzá”. Se recurrió a una expedición de múltiples disciplinas para estudiar esta extensa área geográfica subterránea aún sin explorar.

Desde las aguas profundas, de Anda reportaba con detalle que el acceso a la cueva era muy estrecho y solo contaban con cuatro personas trabajando. “Andamos en busca de un cenote bajo el templo”, dijo de Anda. La cueva ya había sido descubierta desde hace 54 años por el arqueólogo Víctor Segovia, pero la mandó “tapiar” por motivos que se desconocen.

Ahora, con este redescubrimiento, se rescata la exploración de la cueva del Dios del Jaguar, Balamkú. Esta cueva tiene la forma de ‘gusano’ de unos 400 metros, por los que se recorre pecho bajo tierra hasta llegar a unas galerías y cámaras, de las que, la más grande mide 3.80 metros de altura y que lleva hacia las grandes ofrendas. De Anda cuenta que el santuario ya ha sido recorrido unos 450 metros, lo que representa la tercera parte de su extensión.

El arqueólogo y coordinador del INAH, Pedro F. Sánchez Nava, dijo que a pesar de lo difícil para entrar a la cueva, dada su figura que simula un gusano, indica que todo ello se trata de un contexto ritual. La cueva es custodiada por el INAH y cuenta con la colaboración de los ejidatarios de la zona.

Recientemente, los investigadores del GAM ingresaron al manto freático para iniciar la exploración subacuática de la cueva. Esto resultó complejo por lo estrecho de los pasajes, pues algunos de ellos miden menos de 40 centímetros, lo que obligaba ir a rastras el 90 por ciento de recorrido.

Es importante destacar que los especialistas del proyecto GAM, redescubrieron “la cueva del dios jaguar”, Balamkú, en la que pusieron al descubierto un gran número de objetos arqueológicos que servían como ofrendas. Se informa también que este proyecto corresponde a la Coordinación Nacional de Arqueología del INAH y cuenta con la colaboración financiera de la National Geographic Society, así como de la Universidad Estatal de California, Los Ángeles (CSULA).

Guillermo de Anda, investigador del INAH, y James Brady, coordinador de la iniciativa y profesor de CSULA, dijeron que era el mayor descubrimiento en la zona desde la época de los 50, cuando se había descubierto la cueva de Balamkanché. De esta cueva se extrajeron más de 70 incensarios, objetos sin siquiera ser analizados, causando así la gran pérdida de información relevante para la historia. Chichen Itzá es una estructura precolombina y se considera uno de los centros turísticos más visitados del mundo.